Lo que no se conoce, no existe

Lo que no se conoce, no existe

Escribir me apasiona. Vale. Editar y publicar no es demasiado complicado en la actualidad. Bien. Distribuir tus libros es difícil y farragoso; que se vendan fuera de tu contorno, ya es para nota. Aún así, y por diversas vías, hay lectores que me manifiestan su emoción tras haber leído alguno de ellos, así como su interés por conseguir otros, incluso desde países lejanos. Así de sorprendente es el mundo tras Internet. Por eso busco a través de la Red la difusión de lo que escribo. Mientras tanto, sigo escribiendo.